Después de un calido verano, una leve amargura anuncia la entrada del otroño, triste.
Las hojas caen sumisas a la gravedad,
los colores se apagan,
la piel se esconde,
el sol se resguarda del frío tras las nubes...
Y llega el frío invierno,
donde el cielo llora,
donde las mantas campan a sus anchas,
donde una película es la más usada compañía.
Un día el termometro se atreve con 2 grados más de calor,
dejamos la manta a un lado,
salimos a pasear,
el cielo ya no llora,
los arboles recuperan sus hojas,
los colores son más vivos.
Y llega ese olor...
que nos invita a cerrar los ojos y respirar,
que inspira tranquilidad,
que nos hace sonreir.
Naranjos en flor.
Bienvenida primavera.
Butterfly secrets.
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